Baliset

17 de enero de 2013

Los Atreides ni olvidan, ni perdonan, ni pierden

El Landsraad se presentaba como claro favorito en una última partida de infarto, donde todo podía pasar. Sin embargo, fue el coraje, el valor y el arrojo de la Casa Atreides los que supieron sacar adelante una victoria que parecía imposible.

Tres simples fichas sirvieron para lograr que tan magna Casa acabara llevándose el gato a las aguas de Caladan.

La claves de la victoria se podrían encontrar básicamente en los pequeños detalles que diferenciaron a cada uno de los participantes.

Por un lado, pudimos presenciar en la tarde del pasado sábado, como los Atreides, una vez perdido Arrakeen, su principal feudo, supieron hacerse con el centro del tablero, no dándose por perdidos en ningún momento.

De no haber logrado tamaña gesta, que los Harkonnen intentaron evitar sin demasiado éxito, cuan diferente habría sido el destino final de Arrakis. Pero nada pudo detener el vuelo del halcón rojo y la bandera verdinegra vuelve a alzarse, soportando las duras tormentas de Coriolis Arrakenas.

Por otra parte, el resto de candidatos al título de gobernador del planeta desierto cometieron algunos errores garrafales.

En primer lugar, nos encontramos con el Landsraad, que dejó pasar algunas oportunidades de usar su Influencia.

En segundo lugar, vimos a unos Fremen, que aunque feroces en la batalla, acabaron completamente desbordados.

Por último, una batalla a muerte entre Harkonnen y Atreides, que estos últimos ganaron in extremis, hicieron que, de nuevo, Gonzalo Atreides, El Justo, volviese al que siempre fue como su hogar, Dune.

9 de enero de 2013

Una triple alianza deja abierta la puerta de la sorpresa

Gonzalo, gracias a su alianza con Carlos y con Aza consiguió la posibilidad de alzarse con el I Torneo Atreides tras vencer a la alianza formada por Dani, Kat y Diego en un cuarto turno lleno de batallas de infarto.

Los Harkonnen de Dani comenzaron con todo a favor gracias a la ausencia de los Atreides en Arrakeen, pero la casa Corrino dirigida por Carlos consiguió plantarle cara en dos de sus territorios mientras los Fremen hacian lo propio en el tercero de ellos.

Este hecho dejó herido de muerte a los pobres Harkonnen que se dedicaron a aguantar como pudieron el chaparrón.

Mientras, la Cofradía de Gonzalo se dedicaba a realizar magníficas actuaciones individuales para debilitar a sus rivales. Sin embargo, muchos fueron los que se volvieron contra él y acabó perdiendo el Tuek's Sietch.

Por otra parte, las Bene Gesserit intentaban reforzar su presencia en diferentes teritorios donde coexistían. Todo marchaba sobre ruedas para las brujas hasta que tuvo lugar una explosión provocada por unos insensatos Fremen, que probablemente por su desconocimiento de la tecnología, decidieron que la mejor forma de protegerse de una pistola láser era un escudo lleno de energía Holtz, lo cual provocó que dicho territorio quedara completamente desolado.

Ya en el turno 4 Shai-Hulud acabó haciendo acto de presencia, momento en el cual dos grupos terminaron por formarse.

Aunque las batallas estuvieron bastante reñidas, la supremacía económica del grupo formado por Ix, Emperador y Cofradía dejó sin opciones de compra de cartas de traición ante equipo de los pobres.

Finalmente, la habilidad en la planificación del combate del líder de la Cofradía, unida a la potencia de un quemador de piedras recientemente adquirido, inclinaron la balanza hacia los más ricos.

8 de enero de 2013

El Landsraad resuelve la primera partida con victoria

La mayoría de los participantes en el I Torneo Atreides decidió repetir el plan de anteriores competiciones, siendo Aza y Carlos los únicos que acabaron estrenando casa poco habitual.

Por su parte, el Landsraad se mostró insaciable arrollando en apenas un par de horas de partida a sus rivales.

Su victoria se intuyó pronto, pues nada más empezar la partida dirigió un alto porcentaje hacia el Tuek's Sietch, ante la ausencia de la Cofradía, que normalmente suele ocupar aquellos lares.

Mientras, ya en el primer turno, los Fremen, en un arrebato de ferocidad, se colocaron entre Carthag y Arrakeen.

Tal acto llamó la atención de los Atreides, que en el turno siguiente decidieron usar el control climático.

En ese momento los Atreides lo tenían claro: no podía permitir que se le acercasen a su feudo, por lo que respondió con una ofensa al Sietch Tabr.

La continua batalla entre los Atreides y los Fremen, que parecía no tener fin, dejaron la partida en bandeja al ejército de Diego.

Mientras, los Ixianos, los Tleilaxu y los Harkonnen se dedicaban gandulear y cuando reaccionaron fue tarde.

Aún así, no hay que quitarle mérito al Landsraad, que en todo momento fue superior y supo desviar la atención.

El líder del Landsraad, si nadie se lo impide, aspira tras esta victoria a convertirse en el nuevo Dios Emperador de Dune.